EL RELOJ DE LA PUERTA DEL SOL
(MADRID)
Regalado a Madrid en tiempos de Isabel II y eterno guardián del Año Nuevo, el reloj de la puerta del Sol, a pesar de ser una máquina muy precisa, ha tenido algunos contratiempos.
Se incorporó en el año 1866 tras ser fabricado en Londres.
Su eficacia y precisión estuvo intacta durante más de 100 años. Sin embargo, en el año 1990 y a consecuencia de un enganche por unos cables de televisión, y aunque consiguieron arreglarlo a tiempo para poder dar la bienvenida al Año Nuevo, los problemas surgieron poco después.
Concretamente en 1995 se aceleró la Nochevieja y a partir de ese año se le aplicó un mantenimiento más exhaustivo.
Sigue funcionando con las mismas características que en sus orígenes; con pesas y método de engrasado.
Cabe destacar que es uno de los relojes más precisos del mundo, retrasándose sólo cuatro segundos al mes.